Murcia es una potencia europea en el sector primario y ahora, tras la pandemia y con las imposiciones de las guerras activas de Ucrania e Israel, parece que lo básico para la subsistencia humana cobra una importancia especial, es por ello que las frutas y las verduras se han alzado con un protagonismo en los lineales de los supermercados que nunca antes habían tenido.

Dicen los expertos económicos que productos como el aceite, el pimiento o la sandía están muy elevados de precio, no obstante, es posible que ahora estén pagando lo que realmente vale producirlos y comercializarlos.

Dicho esto, cabe reseñar que en 2024 la agricultura murciana se enfrenta a varios procesos que si los culmina de forma exitosa habrá dado un paso importante para asegurar la continuidad de la actividad agraria en esta tierra.

La modernización del campo es uno de los grandes objetivos que se ha de afrontar, principalmente porque la productividad está muy amenazada por el incremento de los costes de la mano de obra. Esta partida es especialmente importante en los gastos porque no solo hablamos del sueldo de los empleados, también cuenta la seguridad social que está en continuo crecimiento.

Durante el año que entra sería muy importante dar más protagonismo del productor, que participara más en las decisiones que vinculan a esta agricultura con un futuro más interesante y con más posibilidades de éxito. La opinión del que se juega su dinero invirtiendo en el campo es muy importante y debería ser tenido más en cuenta para los meses venideros. En otros lugares igualmente agrícolas su opinión se respeta y la evolución de la agricultura en esas zonas es constante.

Las estrategias empresariales, igualmente, deberían cambiar para que Murcia tuviera una presencia más activa en las citas internacionales de la agricultura. Ahora mismo esa presencia existe y es notable, no obstante, sería aconsejable potenciar este tipo de actividades para abrir las puertas a las numerosas empresas murcianas cuya labor se centra en vender los productos del campo murciano por toda Europa.

Otro reto es la aplicación de las nuevas tecnologías para aumentar la rentabilidad. Es necesario que la inteligencia artificial aplicada a la agricultura se empiece a hacer un hueco en la agricultura de esta tierra. Los tiempos están cambiando y lo tradicional no aguanta, es necesario dar entrada a nuevas herramientas y la agricultura de Murcia lo necesita.

Finalmente, hay dos retos permanentes y urgentes: por un lado, la disponibilidad del agua para regar y hacer frente a la sequía que ha impuesto el cambio climático y, por otra parte, las soluciones para el Mar Menor sin criminalizar a aquellos que solo han buscado poder trabajar.

No obstante, 2024 puede ser un gran año si la voluntad común apuesta por mejorar muchas cosas que tienen margen para ello en este campo.

Me gustaría despedirme de todos nuestros lectores felicitándoles las Navidades y deseándoles un feliz 2024.

¡Hasta el año que viene!

José Antonio Gutiérrez