Rafael Salinas, Product Development Specialist para Tomate en España y Portugal en Syngenta, ha asegurado que la empresa “está acelerando mucho la maquinaria contra el ToBRFV (virus rugoso del tomate) dando una prioridad muy alta a esta investigación; lo que se traduce en más inversión, en más recursos. Estamos haciendo mucho esfuerzo para tener la mayor resistencia en el mayor material posible y, más aún, en tener material resistente muy próximo a las variedades comerciales actuales”. De hecho, en la campaña en marcha, Syngenta ya cuenta con variedades resistentes a ToBRFV en tipologías tales como tomate ensalada, tipo pera, rama o larga vida.

Desde que surgió el ToBRFV en 2014, Syngenta aceleró su maquinaria en investigación porque es un virus de trasmisión mecánica, que se mantiene en cualquier resto vegetal y es también muy resistente en el suelo. Este problema es ya una realidad en zonas productores de Almería y Murcia por lo que desde empresas especializadas como Syngenta recomiendan medidas de protección en el acceso a los invernaderos y el uso siempre de semillas certificadas. “Somos conscientes de que habrá un momento en el que las medidas de protección en el campo no serán ya suficientes cuando el índice del virus aumente y por eso apostamos por variedades con resistencia”, insiste Rafael Salinas.

En este camino, Syngenta ha sido la primera empresa que ha empezado a comercializar material con resistencia intermedia. “Eso significa que en alta presión de virus podrían darse síntomas como mosaico en hoja y fruta. La diferencia es que en una variedad sensible al virus la pérdida de producción será alta. Sabemos que la resistencia intermedia no es la solución total a este problema pero la situación actual exigía celeridad porque no podemos dejar desprotegido a un sector productivo de un hortícola importantísimo; globalmente el más importante. Todo ello, además, viendo los estragos que provoca en países como Italia, Holanda o Israel donde, junto a otros factores, hay muchos agricultores que están dejando de cultivar tomate”, señala el especialista.

Nombres propios

Syngenta ya está comercializando Ibeth, una variedad de tomate ensalada que han testando durante cuatro años. Ibeth, además, también tiene resistencia al mosaico del tomate (ToMV), al de la cuchara (TYLCV), al virus del bronceado (TSWV) y al del mosaico del tabaco (TMV). Esta novedad también tiene un buen comportamiento frente al rajado. “También tenemos con resistencia al ToBRFV otras variedades de tomate ensalada, como Lansor y Barosor, que han comenzado a comercializarse en México y en Israel. A ellas se suma Vitellio, otro beef de cuello blanco que ha sido probada en la zona desde hace años y se ha demostrado con resistencia al virus rugoso”, dijo Rafa Salinas. En campo murciano, Waqu, tomate canario de calibre mediano (G), está teniendo buena aceptación por su fruto de calidad y por ese plus extra de tranquilidad que aporta la resistencia al rugoso.

Más incorporaciones

En esta materia, en Syngenta también tienen en ensayo tres materiales que prodrían sumarte a este ya extenso catálogo con resistencias. “Por un lado, trabajamos con dos tomates pera: SD2101 de calibre grande y SD12018 de calibre mediano, además de un tomate rama (121038).

Al respecto, Rafael Salinas finalizó que “en nuestro esfuerzo por seguir ofreciendo soluciones a este problema tan grave que supone el virus del rugoso del tomate, este año comenzaremos la introducción comercial de seis variedades de tomate cherry pera: cuatro de color rojo y dos de color naranja. Acompañarán a los ya conocidos por el mercado Angelle, Bamano y Seychelle y a nuestras últimas novedades con resistencia al virus de la cuchara como son Cyriele, Eyfele y Bamboo. Es decir, tendremos variedades con resistencia intermedia al virus de la cuchara y al virus del rugoso y con un excelente sabor, tan reconocido por los consumidores”.

Almudena Fernández