Los regantes dependientes de la Cuenca Hidrológica del Segura (CHS) tendrán unas restricciones del 35% en el caso del regadío tradicional, mientras que el no tradicional tendrá unas limitaciones de hasta el 49%. Así lo anunciaba el pasado martes el organismo, tras reunir a la Comisión Permanente de la Sequía (CPS), cuyos miembros propusieron, por unanimidad, el incremento en las restricciones "en los aprovechamientos de los recursos de los regadíos tradicionales y no tradicionales". Este recorte se mantendrá desde este mes hasta diciembre de este año, aunque el acuerdo también incluye una revisión a los tres meses "en función de la situación hidrológica de la cuenca".

Del Segura dependen las zonas regables de las Vegas Alta, Media y Baja, el Campo de Cartagena, el Valle del Guadalentín y las comarcas de Águilas y Mazarrón.

El organismo de cuenca ha optado por aprobar esta solicitud debido a la situación que atraviesa la Región de Murcia este agosto, por lo que la CHS ha procedido a declarar el escenario de "sequía extrema" de la UTE Territorial I, Sistema Principal Subsistema cuenca, "ello posibilitara la explotación de la Batería Estratégica de Sondeos (BES) asociada al Sinclinal de Calasparra", subrayan. 

La CHS señala que la decisión de la disminución de recursos para riego "está motivada por la desviación respecto a la curva objetivo que se aprobó en la Comisión de desembalse del pasado 21 de junio", en la que además se fijaron los sucesivos recortes a aplicar, según lo contemplado en el Plan Hidrológico de la cuenca del Segura. En un encuentro con la prensa, el presidente del organismo, Mario Urrea, apuntaba que recientemente se ha detectado "un ritmo de vaciado de los embalses ligeramente superior a lo previsto". Según publica el diario La Verdad, las comunidades de regantes dependientes del Segura consumen en torno a 40 hectómetros cúbicos desde principios de este año hidrológico, lo que califican de "excesivo". 

"Si no se producía el ajuste en los volúmenes, había que aumentar las restricciones", apuntaba Urrea, De continuar en la misma dinámica sin intervención, la CHS advertía de que podría darse una situación de 'embalse muerto', en las presas del Segura para septiembre, cuando solo se guardan unos 40hm³, teniendo ahora el objetivo de mantener una capacidad de 60hm³, "algo difícil de conseguir", reconocía el presidente del organismo de la cuenca. 

"Más planificación"

Desde el Gobierno Regional de Murcia han reaccionado a esta medida pidiendo a la CHS "mayor planificación hídrica" para "evitar perjuicios" a los agricultores. "Una vez conocidas ahora las intenciones de la CHS de arrancar los pozos bajo el amparo de que uno de los sistemas de una zona de la demarcación se encuentra en situación de sequía, no se entiende por qué el organismo de cuenca no adoptó ese criterio hace meses", cuando la CARM solicitó al organismo de cuenca que "tuviera preparados los pozos de sequía para garantizar la supervivencia del campo".

Según el Gobierno murciano, esto habría permitido a los agricultores "hubiera permitido a los agricultores extraer agua en enero, febrero y marzo, y no solo entre mediados de marzo y principios de mayo, habiendo podido extraer menos del 5% del total autorizado". Por ello, han solicitado a la CHS volver a convocar a la CPS en el plazo de un mes para valorar la evolución de la situación. 

Falta de lluvias

"Las precipitaciones registradas en la cuenca del Segura han sido insuficientes para poder compatibilizar los usos socioeconómicos y ecológicos del río sin necesidad de ampliar las restricciones al regadío", apuntan desde la CHS,  "de hecho, las lluvias han sido de 231,6 mm en lo que llevamos de año hidrológico por debajo de la media de los 390 mm de la serie histórica de la cuenca para el mismo periodo".

Con todo, el índice global de la cuenca se ha situado en un nivel de normalidad (0.555), mientras que el de los recursos propios de la cuenca está en alerta (0.271) simultáneamente con un escenario de sequía prolongada y los del subsistema del trasvase en normalidad (0.838).