El manejo del nitrógeno (N) en cultivos de alto valor añadido, como pueden ser los hortícolas, es una potencial fuente de contaminación debido a que tienen necesidades nutricionales altas y se hacen grandes aportes de N en forma de fertilizante para cubrirlas. Además, el sistema radicular suele ser bastante superficial en este tipo de cultivos y por tanto la accesibilidad al N en capas de suelo un poco más profundas es muy reducida. Estas características de muchos cultivos hortícolas hacen que el manejo de N deba ser muy cuidadoso para evitar problemas de contaminación y garantizar una buena rentabilidad para el agricultor. La cebolla se caracteriza por ser una hortaliza de raíz poco profunda y con preferencia por suelos con una textura arenosa. Esta coyuntura hace que el estudio del manejo del N en este cultivo y tipo de suelo sea de especial interés, y más si hablamos de su susceptibilidad a perdidas por lixiviación de nitratos.

Desde hace años se están utilizando inhibidores de la nitrificación para aumentar la eficiencia de la fertilización nitrogenada en los cultivos, sin embargo, en la actualidad todavía la información sobre la cuantía de la reducción de las pérdidas de nitrato por lixiviación es escasa en nuestras condiciones. En este contexto, el IVIA (Institut Valencià d’Investigacions Agràries) y EuroChem, evaluaron en 2021 en un ensayo científico la producción de cebolla y la lixiviación de nitratos asociadas a la producción. Para ello se comparó una fertirrigación convencional, y otra fertirrigación incorporando el inhibidor de la nitrificación DMPSA (presente en la gama de fertilizantes ENTEC® EVOTM).

Metodología

El cultivo de cebolla (var. babosa) se plantó el 9/11/2021 con una densidad de 166.666 plantas/ha en una mezcla de suelo franco con arena lavada en los primeros 20 cm de profundidad en contenedores de 0.72 m3. Cada uno de estos contenedores disponía de un sistema de recogida de agua de drenaje para medir el volumen del agua lixiviada y su concentración de nitratos y amonio (Figura 1). El contenido de nitrógeno (nítrico y amoniacal) se analizó en los lixiviados y en distintas profundidades de suelo.

Resultados

La estrategia de fertilización con ENTEC® EVOTM redujo el contenido de nitratos en el suelo comparado con el abonado convencional, manteniendo el nitrógeno en forma amoniacal y reduciendo el riesgo de pérdida por lavado. Concretamente, ENTEC® EVOTM redujo en un 57% el contenido de nitratos en la capa superficial (0-20cm) y en un 40% en la siguiente profundidad evaluada (20-40 cm). El efecto de mantener el nitrógeno en forma amoniacal en el suelo con la incorporación del inhibidor de la nitrificación DMPSA (ENTEC® EVOTM) proporcionó mayor disponibilidad de este nutriente al cultivo, obteniéndose mayores producciones de cebolla y reduciendo las pérdidas por lixiviación de nitratos. Concretamente, la estrategia de fertilización con ENTEC® EVOTM mejoró en un 11% la producción de cebolla y redujo en un 39% la pérdida de nitratos por lixiviación comparado con la estrategia de fertilización convencional (figura 2).

Conclusiones

El trabajo realizado muestra cómo adaptando la fertilización se puede mejorar el cultivo de cebolla. La incorporación del inhibidor de la nitrificación DMPSA (ENTEC® EVOTM) ha incrementado la producción y reducido la lixiviación de nitratos. Ambos aspectos resultan fundamentales para garantizar la rentabilidad del agricultor y reducir el riesgo de contaminación por nitratos de las aguas subterráneas.

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