El pasado 12 de mayo  se celebró el Día Internacional de la Sanidad Vegetal y desde el Gobierno regional “se ha puesto en valor la importancia del control biológico en el mantenimiento de la sanidad de los cultivos”,  señaló el  consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Antonio Luengo, durante su visita a las instalaciones de la empresa Koppert, en Águilas, referente mundial en la producción de insectos útiles y en el establecimiento de programas de integración con el uso de los productos fitosanitarios.

Luengo aseguró que “el mantenimiento de los programas establecidos para favorecer la sanidad de nuestros cultivos contribuyen a la mejora de la economía regional y, en definitiva, de nuestros productores, y a beneficios medioambientales, ya que propicia el mantenimiento de suelos fértiles, mejora la calidad de aire y agua, mitiga los efectos del cambio climático y aumenta la biodiversidad del planeta”.

El titular de Agricultura destacó que “la Región lidera desde los años 90 programas de investigación en materia de control biológico y tecnológico de plagas que permite disminuir hasta en un 80 o 90 por ciento los tratamientos fitosanitarios en algunos cultivos, lo que supone reducir el impacto medioambiental, mejorar la calidad de vida del agricultor y contribuir a la viabilidad de las producciones agrícolas”.

Luengo explicó que “los diversos programas de control biológico que se impulsan desde la Consejería para diferentes cultivos, son fundamentales para resolver determinados problemas que han surgido con el control fitosanitario tradicional como es la generación de resistencias a determinados fitosanitarios”.

Luengo, además, recordó que “las primeras estrategias fomentadas por el Gobierno regional de instalación de insectos y ácaros beneficiosos, potenciando los autóctonos y con introducciones estratégicas de los comercializados por empresas especializadas, se produjeron hace más de 25 años en el cultivo del pimiento y tomate que son un referente mundial, estableciendo un programa piloto denominado Agricultura Limpia que supuso la colaboración con la empresa Koppert para el desarrollo de programas de control biológico en distintos cultivos”.

Programas que después han implantado otras comunidades autónomas, y destaca el plan integral de control fitosanitario en el cultivo del tomate que se implantó en todas las zonas productoras de Águilas.

Actualmente se mantiene una colaboración para el desarrollo de una estrategia de control biológico contra el Cotonet de Sudáfrica en el municipio de Mula.

Luengo señaló que “los agricultores priorizan el uso del control biológico y tecnológico, compatibilizándolo con el uso de los productos fitosanitarios, que son las medicinas de nuestras plantas”.

Según la FAO todos los años los daños generados por las plagas y enfermedades de los cultivos representan unas pérdidas de entre el 10 y el 40 por ciento de los principales cultivos y supone un costo a la economía de más de 220.000 millones de dólares. Recordando que 8 de cada 10 alimentos que consumimos provienen del reino vegetal, produciendo el 98 por ciento del oxígeno que respiramos y absorben 13 billones de toneladas de carbono.

Enemigos naturales y microorganismos

La empresa Koppert lleva más de 50 años trabajando en innovación agrícola, a través de la mejora de la salud, la resistencia y el rendimiento de los cultivos.

Es líder en el mercado internacional en el control biológico de plagas y polinización natural, además de productor de insectos y ácaros depredadores destinados al control de plagas en cultivos mediante la lucha biológica. Utilizan enemigos naturales y microorganismos para controlar y prevenir las plagas y enfermedades más comunes e importantes.

Estas soluciones biológicas son aplicables en cultivos hortícolas, ornamentales y frutales, bajo abrigo y al aire libre. El éxito de sus protocolos para el control biológico en cítricos también se ha trasladado a otros cultivos al aire libre: viñedo, almendro, pistacho, cebolla, puerro, zanahoria o la patata, entre otros.