Andalucía ha mostrado hoy su alianza con la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana en defensa del trasvase Tajo-Segura, una transferencia de recursos hídricos de la que dependen el abastecimiento urbano y el riego agrícola del Levante almeriense.

Así lo ha destacado hoy la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, tras mantener una reunión vía telemática con sus homólogos de la Región de Murcia, Antonio Luengo, y de la Comunidad Valenciana, Mirella Mollá.

Los gobiernos autonómicos de estas tres comunidades han coincidido en reclamar al Gobierno de España la ejecución de infraestructuras hidráulicas que aún siguen pendientes por parte del Estado, con el objetivo de mejorar el estado ecológico de las masas de agua de las cuencas, entre ellas la del río Tajo en la vecina Castilla-La Mancha.

En este sentido, la consejera andaluza ha sostenido que la falta de infraestructuras en el Tajo, como cuenca cedente, "no puede ser una excusa que utilice el Ministerio para la Transición Ecológica para cerrar el grifo del trasvase y acabar con el carácter solidario del agua".

A este respecto, Crespo ha advertido sobre el impacto de una decisión que afectaría al abastecimiento de la población y que, además, "conllevaría graves perjuicios a un sector agrario cuyos productos son marca España en todo el mundo, del que dependen miles de familias y que realiza grandes esfuerzos para producir con sostenibilidad social y medioambiental". Concretamente, la consejera ha explicado que el agua del trasvase supone el 25% del total que llega a la cuenca del levante almeriense, donde se riegan 24.000 hectáreas de cultivos.

Alegaciones

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha presentado alegaciones al Esquema Provisional de Temas Importantes del Plan Hidrológico del Tajo, en colaboración con la Región de Murcia. De esta forma, ambas comunidades se unen para defender que la única solución para mejorar el estado de la masa de agua del Tajo no pasa por el incremento de los caudales ecológicos, a fin de diluir la contaminación, y que, en ningún caso, esto debe suponer una reducción de los recursos hídricos del trasvase Tajo-Segura, lo que significaría un recorte del agua que llega al Levante almeriense.

Los planteamientos recogidos en el Esquema Provisional de Temas Importantes del Plan Hidrológico del Tajo son doblar el mínimo de reservas en los embalses de cabecera del Tajo y pasar de los 400 hectómetros cúbicos actuales hasta los 800 hm3. Esta medida conllevaría un descenso de 78 hm³ anuales hacia la cuenca del Segura, lo que supondría una merma del 21% del agua destinada al riego y del 18% del agua para consumo urbano.